domingo, 7 de septiembre de 2014

Simon Schama, dice:

"Por supuesto que a David nunca se le ocurrió que estaba traicionando al arte, no -hubiera dicho- estoy llevando a cabo un propósito más alto y noble; el del la re-educación moral.
Eso era lo que hacían todas esas piezas que colgaban en las iglesias, pero todas eran mentiras y  cuentos de hadas. Ahora tenemos una nueva iglesia; la Iglesia de la Virtud revolucionaria.
Y ¿por qué me gusta David? bueno, no es así, es un monstruo, pero hace que las ideas brillen en hielo seco. ¿Y cuál es el propósito de todo? bueno, es una venganza por el genio la conversación y las bromas. Pero hay más que eso, es arte diseñado para hacer de los que lo vieron, cuidadanos virtuosos. Y es tan perfecto, tan trágico, tan poético que uno casi lo cree.
Pero donde hay tanto Arte diseñado para mejorar a la humanidad, sucede el efecto contrario, porque, es una mentira".

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